A las compañías del agua de todo el mundo se les están exigiendo objetivos más ambiciosos.
En el Reino Unido, el ministro de Medio Ambiente ha celebrado una reunión con los directores ejecutivos de quince compañías del agua. El ministro ha reconocido los problemas que ha provocado el confinamiento, pero también ha reiterado algunos mensajes clave:
- los desbordamientos del alcantarillado deben reducirse;
- los arroyos de piedra caliza se deben proteger;
- las tasas de fugas se deben reducir en un 50 % para 2050.
En Sudáfrica, Yonela Diko, portavoz de la ministra de Asentamientos Humanos, Agua y Saneamiento, Lindiwe Sisulu, también se ha mostrado más exigente con las compañías del agua municipales.
Su queja es que se están asignado partidas presupuestarias a los ayuntamientos, pero estos no están realizando las mejoras necesarias en las infraestructuras hídricas. «Casi toda la infraestructura de suministro de agua y saneamiento de la provincia de Cabo Oriental está en riesgo o es totalmente deficiente», afirma.
En su opinión, deberían implantarse objetivos de medición, monitoreo y evaluación del rendimiento, así como penalizaciones en caso de no cumplirlos.
Los gobiernos que gestionen correctamente el sector del agua mediante la aplicación de normativas u órdenes reducirán el riesgo de sufrir crisis del agua. Para los que no lo hagan, las consecuencias serán nefastas.