La ONU ha publicado su Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos 2018.
Según las previsiones, la población mundial, que en 2017 era de 7700 millones, aumentará hasta situarse entre los 9400 y 10 200 millones de habitantes en 2050, de los cuales dos tercios se concentrarían en ciudades. Más de la mitad de este incremento se produciría en África (+1300 millones), con Asia (+750 millones) como segundo mayor contribuyente al futuro crecimiento poblacional (UNDESA, 2017).
El cambio climático está haciendo cada vez más complicado el suministro de agua: las regiones húmedas son cada vez más húmedas y las secas, cada vez más secas.
El informe recomienda a los gobiernos que se concentren en soluciones verdes (basadas en la naturaleza), en lugar de grises (infraestructuras de hormigón). A corto plazo no se atisba un cambio repentino de estrategia, dada la preponderancia de las infraestructuras grises existentes. No obstante, es posible que la ONU trate de invertir esta tendencia de cara al futuro. Sea como sea, no es probable que la población siga tolerando infraestructuras que desperdician enormes cantidades de agua a causa de las fugas. En los países en vías de desarrollo y economías emergentes no es raro encontrar niveles de fuga del 70 %.
Optimizar las infraestructuras existentes con soluciones inteligentes y rentables es precisamente a lo que nos dedicamos en i2O.