Si uno mira la imagen desde el espacio, se pregunta cómo es posible que alguien que viva cerca de los Grandes Lagos en Estados Unidos puede quedarse sin agua.
El agua no suele ser un gasto sustancial del hogar. Pero en Chicago el costo del agua para una familia media de cuatro miembros prácticamente se ha triplicado en la última década.
El incremento de costos es para hacer frente a una infraestructura que no ha recibido las inversiones necesarias. Y esto, según un estudio de APM, ha afectado de lleno a las familias más desfavorecidas. Quien no puede abonar la factura recibe un aviso de corte. La situación puede dejarlas atrapadas en un círculo vicioso de multas y cargos de reconexión, con pocas opciones aparte de comprar agua embotellada.
En el Reino Unido, las compañías de agua no pueden, por ley, cortar ni restringir el suministro de agua a los hogares con facturas pendientes. Se considera que el agua es demasiado vital como para permitir esa medida. Las compañías de agua cuentan con varios planes para ayudar a las personas en situación de precariedad. En cualquier caso, los que sí pueden abonar sus facturas pero no lo hacen, verán cómo su compañía de agua:
- les envían recordatorios, con un aviso final en el que se les concede un plazo de siete días para saldar la deuda;
- les llaman por teléfono para pedir que abonen sus facturas;
- traspasan la deuda a un agente de cobro de morosos.
Las soluciones de redes inteligentes de i2O ayudan a las compañías de agua a afrontar todos estos retos de una forma rentable, incluido el envejecimiento de las infraestructuras. Ojalá podamos contribuir con ello a mantener el agua a un precio asequible para todos los abonados.