Los hogares del Reino Unido no tienen contador de agua
Lectores de todo el mundo se sorprenden de que un porcentaje importante de viviendas del Reino Unido no tengan contadores de agua.
Entonces, ¿cómo se les factura el agua que consumen? En base a una tarifa vinculada al tamaño de su casa, y no al consumo real de agua ni al número de personas que habitan en ella.
En la actualidad, las compañías de agua plantean la instalación de un contador en diferentes casos:
- Si se utiliza un dispositivo de riego automático
- Si se llena de forma automática una piscina o estanque
- Si la vivienda dispone de una bañera de grandes dimensiones
- Si se utiliza un sistema de ósmosis inversa
- Si la vivienda dispone de una ducha de hidromasaje
- En caso de que una vivienda sea ocupada por un nuevo titular
- En las zonas declaradas por la Secretaría de Estado como zonas con grave escasez de agua, que cuentan con un plan de instalación de contadores para mantener un nivel de suministro seguro (en la actualidad existen nueve de estas zonas)
Como no se trata de un requisito legal, el usuario puede negarse a instalar el contador. En ese caso, la compañía de agua puede aplicarle una tarifa superior («sin acceso»), con un costo de hasta 602 libras anuales (el importe medio de la factura suele ser de algo más de 400 libras anuales).
Para ayudarles a tomar la decisión de instalar o no un contador, los usuarios pueden utilizar una calculadora online.
La Comisión Nacional de Infraestructuras del Reino Unido, organismo que asesora al gobierno sobre las necesidades de infraestructuras estatales a largo plazo, el año pasado recomendó que los contadores pasasen a ser obligatorios a partir de 2030 y que se instalasen contadores inteligentes de forma sistemática.
En el Reino Unido, la instalación sistemática de contadores inteligentes del gas y la electricidad ha sido desastrosa, por lo que no se debe confiar demasiado en que se logre dicho objetivo en la fecha señalada.
Las reticencias ante la instalación obligatoria de contadores proceden de dos grupos de usuarios distintos: aquellos a los que les subiría la factura si tuviesen un contador (viviendas con un valor bajo y un mayor número de ocupantes, que suelen tener un nivel de ingresos inferior), y aquellos que, en palabras del Daily Mirror, «están hartos de pagar por lo que consumen, cuando habitualmente se producen fugas que desperdician enormes cantidades de agua».
Paradójicamente, el uso de contadores puede reducir las facturas y ayudar a los usuarios a entender mejor el consumo, ahorrar agua e identificar si se produce alguna fuga en su instalación. Los datos de los contadores también pueden ayudar a detectar fugas en la red y, por tanto, a combatirlas.
Por todo ello, estamos convencidos de que se debe insistir en la instalación universal de contadores.
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