i2O comercializa soluciones eficaces y fiables de redes inteligentes de suministro de agua en más de 35 países, y esta semana ha instalado loggers en La Paz (Bolivia), la ciudad más alta del mundo.
Más allá de las dificultades que supone realizar una instalación a 3640 m sobre el nivel del mar, La Paz no es el entorno más duro que soportan los dispositivos de i2O. A diferencia de muchos de sus competidores británicos, i2O es capaz de ofrecer sus soluciones incluso en climas poco favorables gracias a que está diseñado para un uso global, más allá de su país de origen.
Además de La Paz, i2O ha transformado redes en Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, y en Noruega, donde las temperaturas suelen caer muy por debajo de los cero grados centígrados. A 13 000 kilómetros de Ushuaia, la solidez de los equipos de i2O queda demostrada por las instalaciones efectuadas en Arabia Saudí y Kuala Lumpur.
Los loggers han registrado temperaturas en el desierto de Arabia que alcanzan máximas de 60 °C. Sin embargo, los obstáculos no se detienen con el calor. Los loggers deben ser adaptables, ya que durante la noche las temperaturas descienden en picado, y ofrecer unos rangos de temperatura operativos —y, en definitiva, una fiabilidad— muy por encima de sus competidores en el Reino Unido.
El clima de Malasia combina altas temperaturas con una humedad extrema, que se sitúa en una asombrosa media del 85 %. Por lo tanto, se pone a prueba la resistencia al agua. Por ello, los productos i2O tienen la certificación IP68, para impedir la entrada de agua, que es donde los competidores británicos suelen tropezar.
