El Senado de los EE. UU. vota el proyecto de ley de infraestructuras
La Cámara de Representantes, liderada por los demócratas, ha aprobado el proyecto de ley de infraestructuras diseñado para mejorar las degradadas infraestructuras de los Estados Unidos. Pero las posibilidades de que se apruebe en el Senado, de mayoría republicana, son inexistentes.
El líder de la mayoría del Senado Mitch McConnell prometió que el proyecto de ley morirá en cuanto llegue. Los portavoces ni siquiera se molestaron en consultar a los republicanos sobre el proyecto de ley, que la oposición tumbará por sus muchas disposiciones de protección medioambiental.
La legislación del Senado incluye la Ley de infraestructuras del agua de EE. UU. para 2020. Este proyecto de ley autoriza el gasto de 17 000 millones de dólares en proyectos de infraestructuras y vuelve a autorizar el Fondo Estatal Circulante de Agua Potable de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) con unos niveles mayores para los próximos tres años. Un segundo proyecto de ley, la Ley de infraestructuras de agua potable de 2020, en principio debería volver a autorizar los programas de la Ley de agua potable segura, que incluyen infraestructuras de apoyo y mejora del agua potable.
Esta legislación se centra en los problemas actuales: la calidad del agua —en vista del caso de Flint— y la pobreza hídrica. Por lo tanto, los dos primeros puntos del resumen de la legislación son: «Este proyecto de ley reautoriza el fondo de emergencia de la Ley de agua potable segura con el fin de proporcionar recursos y asistencia técnica a las comunidades que se enfrentan a emergencias de agua potable que presentan un peligro sustancial para la salud» y «el proyecto de ley aumenta la financiación del Programa de Subvenciones de Asistencia a las Comunidades Pequeñas y Desfavorecidas de la EPA».
También se detallan los requisitos para que los estados puedan beneficiarse del 20 por ciento del Fondo Estatal Circulante de Agua Potable que reciben para ofrecer subvenciones y préstamos sin intereses, condonar préstamos o comprar, refinanciar o reestructurar la deuda; facilitar que los centros educativos y programas de cuidado infantil puedan realizar pruebas de detección de plomo en el agua potable a través de las compañías del agua locales; ofrecer subvenciones para ayudar a eliminar la presencia de contaminantes; financiar programas de subvenciones que ayuden a las compañías del agua a invertir e implementar tecnologías probadas de última generación para aumentar la eficiencia hídrica y energética, reducir las emisiones y aumentar la rentabilidad para los consumidores; y subvencionar los programas de la EPA para potenciar la resiliencia y sostenibilidad de las infraestructuras del agua.
Es decir, hay dinero para grandes infraestructuras como la reparación de presas, la eliminación de tuberías de plomo y las políticas en favor de los nativos americanos, pero hay muy poco para la reducción de la demanda y la resiliencia de la red.
Mientras que las luchas entre partidos políticos impiden que se produzcan avances significativos, las infraestructuras hídricas de los EE. UU. se siguen desmoronando.
Tags: Blog, i2O, Norteamérica, Desafíos en la industria